Siempre es necesario aclarar, que éste periódico no hace propaganda electoral, todos los análisis por medio del estudio social, son parte del debate político que hace falta en las contiendas electorales, intentamos poner el dedo en la llaga, para provocar la reflexión sobre el país que tenemos y el país que queremos.
Sobre el título de éste editorial, difícil saber la respuesta a ciencia cierta, lo que podemos hacer es tomar las constantes de los datos estadísticos de nuestra economía, salud publica, índices de criminalidad, bajo nivel de escolaridad y desencanto de la población en temas políticos.
El nuevo gobierno tomará en sus manos un país así o en peores condiciones; si partimos de las declaraciones del ministro de economía, el cual anunciaba un reajuste en el presupuesto nacional, el aumento en el compromiso de pago para las pensiones, el pago de las cuotas de capital e intereses sobre las deudas externas y el aumento en el gasto público, etc. Son tabuladores del síntoma que nuestra economía no responde a los estándares de desarrollo y las exigencias presupuestarias, sobre todo, porque los gobiernos tienen la tendencia en endeudar cada vez más el país sin importarles de donde saldrán los recursos para pagar intereses y capitales, teniendo en cuenta que el gasto público va en acelerado crecimiento, en El Salvador los salarios corresponden a países del cuarto mundo, pero el costo de la vida corresponde a países el primer mundo.
La novela de la aprobación del presupuesto de 2019, estará salpicada por la campaña electoral, todo indica que será aprovado despues de las votaciones, mientras tanto, los últimos meses de gobierno del partido electoral fmln, tendrán una supervivencia a base se pagarés, un presupuesto empantanado gane quien gane, sin embargo, la famosa partida secreta, que a lo mejor le cambien nombre para desviar la atención, seguirá siendo un flujo económico incontrolable.
El largo tema de la salud pública, iniciando por la afectada salud psicosomática de la población que se debate entre la guerra social y la falta de trabajos dignos, mientras tanto, las estructuras físicas y de instrumentalización de la cadena de hospitales públicos siguen un calvario crónico, hospitales y unidades de salud desabastecidos.
El dramático cuadro del sistema de salud de El Salvador nos lleva a pensar que todo esta planificado para que la gente renuncie al Estado como operador de servicios, que dejen de buscar asistencia y curas médica en las estructuras públicas y caiga en los brazos de las clínicas privadas, endeudando aún más a las familias o siendo estafados en otros casos.
No creemos que el nuevo gobierno, en cinco años vaya a transformar esa triste y penosa realidad, sobre todo, porque los candidatos en campaña electoral siguen cambiando espejos por oro ( tu voto a cambio de la ilusión ), y cuando llegan al gobierno, son tragados por la burocratizacion y la vanagloria de las comodidades que ofrece el hecho de estar arriba, en casa presidencial.
Sobre la seguridad publica, tema en el que entra la guerra social con la creciente estadística de crímenes comunes y crímenes organizados, pandillas y narcotráfico, entre otras fechorías ( secuestros, torturas, desapariciones, extorsiones, etc ), el nuevo gobierno, al tener en sus manos el verdadero cuadro dramático de las violencias en El Salvador, no sabrá por donde intentar abordar el tema, sin encontrar solución alguna, solamente paliativos, nada nuevo, porque el abordaje de esos problemas se encuentran en el fracaso de modelo de sociedad, pero de eso nadie habla.
Para tomar una fecha de referencia, desde la firma de los mal llamados acuerdos de paz, no ha existido gobierno interesado en combatir la corrupción en el sistema judiciario, investigar anomalías en las Fuerzas Armadas, y hemos venido observando el derrumbe de la PNC en plena luz del día, no ha existido gobierno que haya intentado hacer reformas profundas en el interior de la PNC, institución pública en la cual, los excelentes elementos en su mayoría son marginados, y se premia con ascensos otros, institución que hace muchos años dejó de ser » civil y civilizada » para convertirse en lo que es hoy, un cuerpo militar represivo.
El tema de educación, el clásico ejemplo del fracaso de la sociedad, del Estado y de todos los gobiernos; las estadísticas nos indican una baja calidad educativa y la deserción de las y los educando de las escuelas por el poco interés en el estudio, un Ministerio de Educación al servicio del neoliberalismo, con programas de instrucción obsoletos, infraestructuras decadentes y personal docente diezmado y desanimando.
Nadie se interesa en saber porque las niñas y los niños no aprenden, porque la adolescencia tiene tres alternativas: Ser pandillero, irse para USA o ser eternos desempleados, nadie de los gobiernos se ha interesado en comprender, por lo menos de forma superficial, los motivos por los cuales la población universitaria disminuye año con año; eso tendría que darnos las pautas para entender que hemos fracasado, no creamos ciencia ni tecnología; si un país fracasa en la educación, no tiene futuro.
Y por último, para no invadirle la mirada a la lectora y lector, cierro éste editorial con una simple reflexión.
Quien nos garantiza que las cosas van a cambiar ? Si con lo único que cuentan las fórmulas presidenciales son promesas, es el juego de venderle al votante la idea que todo será distinto, pero cuantas veces hemos caído en la misma trampa? Cuantas canciones bonitas y cuantas veces hemos soportado el tapiz en todo el país de propaganda, cuantas sonrisas nos han regalado los candidatos, cuantos apretones de mano, y todo eso, para robarnos el poder del voto; ya en el gobierno ó Asamblea Legislativa, se visten de lo que siempre han sido, arrogantes y narcisistas.
En cada evento electoral nos hacen creer que es la última batalla, nos llenan de esperanzas, de sueños, de ganas y entusiasmo, incluso, miles de compatriotas votan con la ilusión de lograr cruzar la frontera sur de México, esa es la realidad.
Sin embargo, saber votar o saber abstenerse es el dilema cada vez que se avecinan las mal llamadas » elecciones».
Podrá lograr una transformación El Salvador? Sí, hasta que ésta generación de políticos sea superada; no es cuestión de edad cronológica, el punto de inflexión tiene que ver con la evolución intelectual y ética de la política, es posible que las votaciones de 2019 presenten una novedad, el desafió es sacar a los dinosaurios de la política tradicional y fracasada.
El pueblo no tiene culpa si lo engañan una vez (ALI PRIMERA)…Excelente editorial, enfoca de manera puntual los problemas de El Salvador. Resumiendo: el caos lo provoca el sistema, y dentro de ese sistema, el modelo. Hay que cambiarlo de raíz (Monseñor Romero) ¿Habrá políticos dispuestos o lo que buscan nada más es su propio beneficio?