Brasil posee una fuerte presencia de las obediencias masónicas, algunas personas afirman que es el tercer país con mayor militancia masónica.
En ese contexto, de una gran incidencia e influencia en la sociedad Brasileña por las ordenes y obediencias masonicas, le han hecho un llamado al nuevo presidente, Jair Bolsonaro, de enfrentar y combatir la corrupción en las esferas del Estado y del gobierno.
Jair Bolsonaro, ultraderechista, xenófobo, racista y con un lenguaje violento, resultó ganador en la segunda ronda electoral en el suramericano país.
Bolsonaro, que no esconde su odio a la diversidad cultural, resultó victorioso gracias al apoyo de los sectores del cristianismo evangélico de Brasil.
De cumplir sus promesas neofascistas, Brasil entraría en un túnel peligroso para las democracias de América Latina.
En todo caso, con la firme posición de la masonería Brasileña, Bolsonaro tendrá que enfrentar la primera oposición pública, estaremos observando ese fenómeno político.