Con la modernización, la hiperconectividad de la que ahora gozamos y tenemos a nuestro alcance, pocos nos detenemos a pensar en la esclavitud, pensamos y asociamos esa practica a nuestros antepasados muy lejanos, nos imaginamos gente encadenada, con ropas blancas, trabajando en grandes extensiones de tierra con vocación agrícola.
Ahora hay diversas maneras de estar esclavo, diversas formas de ser un esclavo moderno.
En el pasado nuestros ancestros eran vendidos y comprados por terratenientes que necesitaban una mano de obra barata o gratis para cosechar sus cultivos, muchas veces no existía una recompensa económica que simbolizara un salario o recompensa por el trabajo realizado, se les daba un techo miserable y comida no para nutrir ni para mantenerles saludables, sino solo para mantenerles vivos y trabajando. Hoy somos migrantes en diferentes partes del mundo migramos de forma legal o ilegal a los países llamados y catalogados como de primer mundo, donde se goza de salarios o pagos jugosos comparado con nuestros países de origen, pero, como siempre debe existir un pero, pagamos altos precios por esa satisfacción económica, por esa sensación muchas veces falsa de libertad y comodidad, nos sentimos tan cómodos siendo mercancía moderna para el fenómeno capitalista, muchas veces hasta nos sentimos superiores por nuestra ropa y accesorios de marca, porque tenemos un carro bonito, una casa en fin.
Antes los esclavos vivían en galerones llamados cuadras, mas parecidos a establos, que en muchas ocasiones los animales vivían en condiciones mas dignas que un esclavo, con mejores cuidados, mejor comida etc, y no es que un animal no merezca un trato digno, no, sino que un ser humano debe tener condiciones dignas para poder cuidar de mejor manera a un animal.
¿Ahora veámonos en la actualidad, trabajamos jornadas de mas de 10 horas diarias, vivimos en apartamentos o casas rentadas muchas veces en un hacinamiento para poder ahorrar un poco de dinero, preguntémonos para quien trabajamos? ¿De quién son las propiedades donde vivimos?
Salimos casi expulsados de nuestros países de origen para ayudar a los que dejamos allá, llegamos a países extraños, sin conocer el idioma, y lo que no a cambiado en años con la esclavitud del pasado con la actual es el trato desigual en cuanto a los derechos básicos y los derechos humanos, todos hemos necesitado un servicio medico al no contar con estatus regular del país donde estamos toca pagar sobreprecios en los servicios, esperar en listas enormes de espera donde tantas personas están solicitando algo, sé que hay países con mejores prestaciones en temas de salud, pero se carece en otras áreas, no le llamare racismo, sino discriminación por nuestro origen.
Somos esclavos de un sistema que solo a mutado, evolucionado, donde ahora ya no solo hay una precaria comida, una vivienda miserable, sino que ahora habemos esclavos con casa, con títulos, con ropa y accesorios de marca, carros nuevos y usados, esa es nuestra paga y nuestra cadena que nos sujeta más fuerte que en el pasado, donde competimos sin sentido para muchas veces aparentar lo que no somos y lo que no tenemos, debemos despertar de nuestra realidad tomar conciencia e ir buscando nuestra superación personal pero de forma menos esclavizante y con mayor sentido de conciencia y empatía para nuestro prójimo.

Por: Cristóbal Chávez.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *