Miles de Centroamericanas y centroamericanos ya llegaron a Tijuana, México; a pesar de una cadena de dificultades y predicciones. Pero el ejército de los Estados Unidos llegaron primero a las fronteras y el gobierno del imperio en decadencia ha logrado reforzar más de 12 mil kilómetros de alambre de púas para asegurar su perímetro, pareciera un enfrentamiento anunciado ante los ojos del mundo.
El gobierno USA ha designado un presupuesto de 72 millones de dólares hasta el 15 de diciembre en la operación más rápida con el envío de 5900 efectivos del ejército, no sabemos hasta la fecha, las ordenes precisas que poseen los mandos superiores.
Lo que se está confrmando son las hipótesis que esas caravanas humanas están infiltradas por el gobierno que dirige Trump, no se descarta agentes entre las filas de las poblaciones que marchan y el control de llamadas telefónicas y mensajes en las redes sociales que usan los organizadores o guías de las caravanas.
Mientras tanto, en la política interna USA, Republicanos y Demócratas se acusan de promover esas caravanas; el Pentágono y el Departamento de Estado le dan seguimiento personalizado a las caravanas, personas a las que consideran una amenaza y por lo consiguiente se intentan aplicar medidas de excepción.