A lo largo y ancho de todo El Salvador podemos encontrarnos con diferentes personalidades de la política entre diputados, alcaldes, ministros, magistrados, y otros más. Pero rara vez podemos ver casos tan emblemáticos como el que les contaremos a continuación.

En el departamento de Morazán, en su cabecera departamental, San Francisco Gotera, reside Mariano Blanco, actual diputado de la Asamblea Legislativa por el partido ARENA y ahora candidato a la alcaldía del mismo municipio.

A diferencia de lo que muchos pensarían de alguien que incursiona en política sobre que andan en autos de lujos, que viven en residenciales con decenas de guardaespaldas o que rara vez la gente puede acercarse para intercambiar un par de palabras, Mariano Blanco es todo lo contrario.

Es un hombre humilde, sin lujos, sin privilegios, sin guardias de seguridad ni nada que se le parezca. No gusta andar con ropa de marca y si le preguntan cuál es su hobbie favorito, es fácil de adivinar: el fútbol. Si usted va a San Francisco Gotera podrá encontrar a Mariano en diferentes canchas, o en alguna acera hablando con la gente. No tiene mayor ambición que ver progresar a su gente.

De vez en cuando alguien podrá preguntarle si es fiel a las decisiones de su partido político, pero muchos se sorprenderían. Mariano es un hombre leal a sus principios a tal grado que en una ocasión se detuvo una plenaria porque él no estaba de acuerdo con sus compañeros y los convenció de que cada quién debía votar como mejor le pareciera y no siguiendo una línea.

A lo mejor en otra ocasión alguien le preguntaría si estaría dispuesto a ayudarle a una persona que fuera del partido contrario, pero para Mariano Blanco eso ya es un pasatiempo. Ayuda sin mirar a quien, incluso a las mismas personas que lo critican duramente de los partidos contrarios. En una ocasión alguien del partido GANA lo criticaba muchísimo para hacer que su apoyo bajara, y a plena madrugada esta misma persona llegó corriendo hasta la casa de Mariano para pedirle ayuda, pero él no lo pensó dos veces y lo ayudó porque para Mariano lo que importa no son los colores y quienes lo critiquen, sino el ser humano que hay en los demás.

Funcionarios y seres humanos como él son muy pocos, es de esos casos que rara vez se ven o que nadie imagina que pueden existir, pero Mariano Blanco es tan real como una verdad y tan ser humano como cualquier salvadoreño de a pie!

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