Mientras las empresas de embotellamiento del agua para el comercio aumentan sus ganancias, la crisis ambiental e hídrica en el país, amenaza con empobrecer aún más los mantos acuíferos en El Salvador.

La explosión habitacional, el fracaso en las administraciones de ANDA, la crisis hídrica en el país, la contaminación de los suelos y subsuelos, la falta de una cultura en la defensa del agua en El Salvador, hace, que nuestro país, sea uno de los más débiles en temas del medio ambiente.

EL gran San Salvador monopoliza el consumo de agua dulce, mientras solo el 34% de la población rural tiene acceso al vital líquido; la ganadería y agricultura necesita del agua, la cual, llega en niveles muy bajos de pureza, se estima, que el 95% del agua bebible en El Salvador está contaminada, eso tendría que alertar a todas las instituciones del Estado.

Sin embargo, observamos en estos días, que la Asamblea Legislativa esta discutiendo el tema del agua sin escuchar a los consumidores, ONGs, fundaciones y Asociaciones en defensa del medio ambiente; se teme, que las fuerzas de las derechas representadas en la Asamblea Legislativa, puedan cometer el error de privatizar el agua dulce, poniendo en riesgo, la débil estabilidad ambiental en el país.

Muchos estudiosos nos vienen advirtiendo desde hace años o décadas, de la posible guerra por el agua, hace unos 70 años parecía una novela de ciencia ficción, en la actualidad, no sería extraño, que en nuestro país estalle otra guerra social, esta vez, por la busqueda del agua potable.

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