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El protagonista de estos días. Donald Trump.

Su victoria política y electoral es abrumadora, dicen que el voto latino movió la balanza y que el desquebraje del partido Demócrata es evidente. Quiero poner sobre la mesa la premisa que los dos partidos más fuertes (Republicanos y Demócratas) son dos caras de la misma moneda, cambia el estilo de gobernar, pero detrás de la formalidad del poder, existe el poder verdadero, las grandes empresas, multinacionales y grupos de consorcios que invierten en la política para obtener más ganancias.

Visto de otra forma, el poder monolítico del poder empresarial se mueve en dos binarios, un grupo de consorcios empresariales hacen negocios con los Demócratas y otro grupo hace negocios con los Republicanos, en algunos casos hay venas subterráneas que les une.

La industria de las armas está cercana a los Demócratas, es por eso que es necesario que sigan las guerras en Palestina y Ucrania, pero también los Republicanos tienen sus socios del mundo de las armas, también grandes empresas de construcción, por eso le interesaría a los Republicanos terminar esas dos guerras, o por lo menos, paralizarlas por un tiempo, de esa forma, llegan las empresas privadas a reconstruir las edificaciones civiles, agrícolas e industriales; dicho sea de paso, en Ucrania, los minerales pasarán a manos de extranjeros.

Dicen que mayoritariamente los hombres de origen latinoamericano votaron por la fórmula de Donald Trump, posiblemente porque ven en él un hilo de esperanza en temas económicos, mientras que los Demócratas hablaban de libertad, a los votantes parece ser que no les importa perder libertad si sus finanzas mejoran, pero también es cierto que los Demócratas ya no tienen nada que ofrecer.

Es de subrayar que si bien es cierto que clubes o asociaciones de racistas o supremacistas blancos le dieron un cheque en blanco a Donald Trump, también es cierto que el nuevo presidente sabe que no puede hacer cambios drásticos que desestabilice la política USA.

El tema de la migración es un punto angular de la nueva política, en los cuatro años que gobernó Donald Trump separó las niñas y los niños de sus madres que cruzaron las fronteras, un acto totalmente inhumano, no sabemos si seguirá con esas medidas crueles contra las poblaciones migrantes recién llegadas.

Para cerrar, se nos ha venido diciendo que el planteamiento de los Republicanos es una política de aranceles, de proteccionismo y prepararse al choque con China.

USA ya no es la misma de hace 20 años, sigue siendo un imperio, el dólar sigue siendo hegemónico, sigue controlando gran parte del mercado mundial, pero ya va teniendo pies y manos un rival, los BRICS.

La Unión Europea se encuentra desarmada, la crisis de gobierno en Alemania es señal que este trozo de Europa sigue siendo colonia y súbdita de USA, las políticas nacionales sangran a las y los trabajadores, y no vemos futuro cierto, vemos élites que juegan con el dinero público, que aprueban más impuestos, más leyes y que sacrifican la industria que en el pasado fue el colchón de la política.

Es un error de c­álculo político abrazar la victoria de Donald Trump, de igual forma la caduca forma de pensar de los Demócratas, ese capitalismo imperial tiene las manos manchadas de sangre, la victoria de Donald Trump brinda certeza para algunos, pero incertidumbre para otros.

Hay varias clases de políticos, los eufóricos y los que intentan leer entre renglones, no todo lo que brilla es oro.

Jandres JS.

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